viernes, 13 de febrero de 2009

EL EJERCICIO MENTAL ALTERA LA BIOQUÍMICA CEREBRAL

Una nueva investigación realizada en Suecia desvela que el ejercicio
activo del cerebro provoca cambios demostrables en la cantidad de
receptores de dopamina. El estudio, sobre el cual se ha publicado un
artículo en la revista Science, es el primero que demuestra cómo
influye la actividad mental en la bioquímica cerebral humana. Los
descubrimientos tienen implicaciones para el tratamiento de patologías
como el ictus y la encefalomielitis miálgica, que dañan la memoria a
corto plazo.

La memoria a corto plazo o memoria de trabajo es la capacidad de
retener información durante cortos periodos de tiempo, por ejemplo en
los procesos de resolución de problemas. La dopamina es una molécula
mensajera que desempeña una función primordial en este tipo de
memoria. La función de la dopamina como neurotransmisor es transportar
mensajes desde una célula nerviosa a otra. Los fallos en el sistema de
la dopamina pueden dañar la memoria a corto plazo, daños que se
asocian con una serie de disfunciones psiquiátricas y neurológicas,
además de con el proceso de envejecimiento natural.

Este nuevo trabajo de investigación lo ha dirigido el profesor Torkel
Klingberg del Instituto Karolinska (Suecia). Él y su equipo de
investigadores habían demostrado con anterioridad que ejercitar de
forma intensiva el cerebro puede mejorar la memoria a corto plazo en
cuestión de semanas.

El profesor Klingberg y sus colegas emplearon escáner de tomografía
por emisión de positrones (PET) para medir posibles cambios en la
cantidad de receptores de dopamina del cerebro de los sujetos
sometidos a examen. Durante un periodo de cinco semanas, los
participantes en el estudio llevaron a cabo tareas en las que se
ejercitaban la memoria a corto plazo hasta los límites de su
capacidad. Los voluntarios llevaron a cabo las tareas durante tan sólo
media hora al día.

La memoria a corto plazo de todos los participantes mejoró de forma
significativa durante el transcurso del experimento. Además, el
escáner de PET desveló que el ejercicio intensivo del cerebro provocó
cambios evidentes en la cantidad de receptores de dopamina de la
corteza cerebral.

Los investigadores indican que sus descubrimientos ponen de manifiesto
la relación que existe entre el comportamiento y la bioquímica
cerebral. «La bioquímica cerebral es la base de nuestra actividad
mental, pero ésta y los procesos intelectuales también pueden influir
en la bioquímica», comentó el profesor Torkel. «Este hecho no había
sido demostrado hasta ahora y plantea una miríada de cuestiones
interesantísimas.»

Una de las dudas que queda por resolver es la naturaleza de los
mecanismos que permiten al cerebro alterar la cantidad de receptores
de dopamina en respuesta al ejercicio mental.

«Los cambios en el número de receptores de dopamina de una persona no
nos dan la clave para desentrañar el porqué de la mala memoria»,
aclaró el profesor Lars Farde del Instituto Karolinska y AstraZeneca.
«También hemos de preguntarnos si las diferencias podrían deberse a
una falta de ejercicio de la memoria o por otros factores
ambientales.»

Entretanto, los investigadores se muestran optimistas ante la
posibilidad de que sus descubrimientos contribuyan a la creación de
nuevos tratamientos para personas con problemas en la memoria a corto
plazo causados por males como el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH), el ictus o la encefalomielitis miálgica.

El profesor Farde indicó que «quizá logremos descubrir tratamientos
nuevos y más efectivos que combinen el uso de medicación y el
ejercicio cognitivo, en cuyo caso nos adentraríamos en un terreno
realmente interesante».

Para obtener más información, consulte:

Science:

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